La especialidad enfermera familiar y comunitaria se centra en promover estilos de vida saludables y prevenir patologías en una localidad. Estos enfermeros realizan consultas en los hogares con el fin de educar y asistir a las personas. Tienen un papel muy importante en la infancia y senectud, puesto que a veces no se pueden desplazar a la atención primaria. Además atienden a personas de todas las edades, personas con patologías crónicas o alcohólicos.
Además del papel de enfermeros, juegan el papel de consejero y persona de apoyo para los pacientes y familiares. Generalmente cubren el área geográfica de la parroquia donde se encuentre el centro de salud. También organizan charlas informativas y sesiones clínicas. Esta especialidad contribuye también con la especialidad de matrona para la valoración de los niños, aconsejando sobre alimentación a los familiares y a los pacientes.
Algunos enfermeros familiares y comunitarios realizan procesos de vacunación para niños en centros de salud o hospitales. Mientras que una gran parte de su trabajo se realiza con niños de antes de la edad escolar y ancianos, también proporcionan cuidados a personas de todas las edades y lidian con una amplia variedad de cuestiones.
Es la especialidad de enfermería que más plazas se ofertan en el EIR, aproximadamente un tercio de las plazas que se ofertan en total son destinadas a esta especialidad. A estos profesionales se les ofrece un vehículo de transporte para asistir a los domicilios que sean necesarios. Deben llevar un equipo con múltiples herramientas para estar preparados ante cualquier posible complicación que presente el paciente. Deben estudiar minuciosamente cada caso puesto que solo va una única persona por lo que no se cuenta con más medios humanos.
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