Definiremos el concepto descanso como la interrupción de la actividad que permite la recuperación de las fuerzas físicas y psicológicas.
Sin embargo el sueño es el estado de reposo para el cuerpo y la mente en el que disminuye la percepción del sujeto y su reacción al entorno. Se caracteriza por actividad física mínima, niveles variables de consciencia, cambios en la fisiología corporal, descanso de la capacidad de respuesta a estímulos.
FACTORES QUE AFECTAN AL DESCANSO Y AL SUEÑO
- Dolor: es uno de los principales motivos de alteraciones del sueño, ya sea dolor crónico o que suceda al estar en cama.
- Trastornos o enfermedades:
- Problemas respiratorios: disnea, congestión nasal...
- Trastornos endocrinos: hiper/hipotiroidismo.
- Trastornos psiquiátricos.
- Temperatura corporal elevada.
- Nicturia: levantarse para orinar múltiples veces en la noche.
- Entorno: presencia de estímulos excesiva, ruidos, luces, temperaturas excesivas, ausencia de ventilación y tamaño de la cama. Todos estos factores cobran especial importancia en el ambiente hospitalario, donde con frecuencia disminuye la calidad del sueño.
- Estilo de vida: horarios irregulares, trabajar a turnos, ejercicio físico, capacidad de relajación antes de irse a dormir.
- Estrés emocional: es la primera causa de los problemas para dormir a corto plazo, por ejemplo, en preocupaciones y problemas personales, presiones escolares o laborales, ansiedad...
- Bebidas estimulantes y alcohol.
- Dieta: El aumento de peso esta relacionado con el descanso total del sueño y despertares más precoces.
- Tabaquismo: la nicotina tiene efecto estimulante; con frecuencia, los fumadores se despiertan con más facilidad (sueño ligero)
- Medicamentos: ansiolíticos, antihistamínicos, antidepresivos... Pueden producir somnolencia diurna.
- INSOMNIO: incapacidad para quedarse o permanecer dormido. Los signos y síntomas más frecuentes son:
- La persona se despierta habitualmente temprano y sintiendo que no ha descansado.
- Irritabilidad, aumento de la sensibilidad al dolor.
- Fatiga, problemas de concentración.
- Somnolencia diurna.
- HIPERSOMNIA DIURNA: el sujeto afectado duerme lo suficiente por la noche, pero, aún así, no puede mantenerse despierto durante el día.
- NARCOLEPSIA: sueño excesivo, constante, involuntario y repentino ("ataques de sueño") que puede suceder en cualquier momento y se asocia a pérdida de tono muscular (provoca caídas) y parálisis total durante el episodio.
- APNEA DEL SUEÑO: pausas frecuentes y breves de respiración durante el sueño. Se considera anormal (apnea) más de 5 episodios durante más de 10 segundo cada hora. Empieza con un ronquido, cesa la respiración y un resoplido al reiniciar la respiración. Provoca hipersomnia diurna (alteraciones del rendimiento intelectual), aumento de la TA y arritmias.
- FALTA DE SUEÑO: situación en la que se duerme menos horas de lo necesario, apareciendo somnolencia y cansancio diurnos. Si esta privación es intensa y crónica, disminuye la concentración, aparece cansancio excesivo, malestar general, irritabilidad continua y aumento de errores desarrollando la actividad laboral.
- PARASOMNIAS: conductas que aparecen durante el sueño, pudiendo inferir en el:
- Sonambulismo: deambulación, actividad durante el sueño.
- Eneuresis nocturna: micción involuntaria mientras se duerme.
- Bruxismo: rechinar los dientes durante el sueño de forma involuntaria.
- Terrores nocturnos: gritos de forma súbita que no se recuerdan al despertar.
- Pesadillas: sueño dominado por la angustia.
- Mantener un horario regular todos los días de la semana.
- Establecer una rutina regular y relajante antes de dormir.
- Evitar trabajar y/o tratar problemas personales antes de acostarse.
- Hacer ejercicio durante el día, pero evitar ejercicio excesivo 3 horas antes de acostarse.
- Si no se consigue dormir, mejor levantarse de cama.
- Crear un entorno que induzca el sueño: oscuro, tranquilo y con una temperatura agradable.
- Evitar todo tipo de ruidos y entrada temprana de la luz.
- Colchón y almohada adecuados.
- Evitar comidas fuertes 2-3 horas antes de acostarse.
- Evitar alcohol, cafeína o chocolate al menos 4 horas antes de acostarse.
- Tomar analgésicos antes de acostarse.
- Consultar con el médico la posibilidad de algún fármaco para dormir (último recurso), así como posibles ajustes de otros fármacos que estén interfiriendo con el sueño.
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