Las muestras biológicas es un elemento indispensable dentro de la forma que entendemos el sistema de salud puesto que administran información muy relevante en lo relativo al cuidado o diagnóstico de los pacientes.
Las muestras biológicas pueden ser de cualquier índole: desde los botes de extracción de sangre hasta la extracción de exhudado en el caso de úlceras. Algunos de los tipos de muestras biológicas son los siguentes:
- Muestras de tejidos: generalmente procedentes de biopsias del tracto digestivo, respiratorio, etc. Son de suma importancia para posibles patologías cancerosas. Son analizadas mediante el microscopio y por un equipo multidisciplinar de anatomía patológica.
- Muestras de líquidos corporales: es una de las muestras que más información nos proporciona con un coste bajo y molestando mínimamente al paciente. Son el caso de muestras de sangre y sus distintos componentes de estudio como el hematocrito y plasmocrito, a partir de estas muestras se extraen un gran número de datos: bioquímicos (glucosa, potasio, hormonas), coagulación, estudio de hemocultivos. En este grupo entran también numerosos líquidos corporales como el líquido cefalorraquídeo, líquido sinovial, líquido amniótico, etc.
- Muestras de heces y orina: Son de gran utilidad para detectar cambio tanto microscópicos como macroscópicos. Podemos apreciar a simple vista la consistencia de heces o la coloración de la orina, para así detectar cambios en el organismo con un golpe de vista sin tener que esperar a otros resultados.
- Muestra de gases: Son las representadas en gasometrías arteriales o venosas y son de gran importancias para detectar posibles problemas a sistema circulatorio, renal o respiratorio puesto que mide la concentración de oxígeno o dióxido de carbono, entre otro.
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