ALERGIAS E INTOLERANCIAS

 La alergia es una anomalía que actúa como una respuesta inmunitario frente a ciertos elementos. Estas respuestas provocan síntomas que pueden ser respiratorios (asma) o cutáneos (eccema).

Las alergias son muy frecuentes en la mayoría de la población, la OMS publicó que estaba entre las seis primeras por su gran abundancia. Sobre todo ha aumentado en los últimos treinta años. Los síntomas pueden ser muy evidentes y fuertes al igual que pueden pasar por desapercibidos o causar poca molestia.

Estas se pueden desarrollar a lo largo de la vida y suelen ser con las que tienes más contacto. Pueden ser provocadas por alimentos, tratamientos, inhalantes, inyecciones, picaduras e incluso contactantes, estas sustancias que provocan la alergia son denominadas alérgenos. El sistema inmune elabora una respuesta al penetrar un cuerpo extraño y las intenta neutralizar a través de unos procesos los cuales son dañinos para el organismo y provoca los síntomas.

Teniendo en cuenta que el sistema inmune es el encargado de defender el cuerpo a través de un mecanismo de defensa que se activa al penetrar en el cuerpo microorganismos, tóxicos, contaminantes, etc.

¿Cómo empieza una alergia?

Para diagnosticar o descartar una alergia el personal de enfermería realiza un análisis de sangre para conocer anticuerpos. También realizan una prueba en el brazo, donde te colocan una solución con el alérgeno en una casilla determinada por números (como se ve en la imagen de abajo) y después de un tiempo aparece o no la reacción en la piel, dependiendo si eres alérgico o no.

Los síntomas de las alergias alimentarias se pueden confundir con la intolerancia alimentaria, pero hay una gran diferencia y es que la alergia afecta al sistema inmune y la intolerancia al metabolismo.

Las intolerancias más comunes son la intolerancia a la fructosa, lactosa y gluten.

Para diagnosticarlas el personal de enfermería realiza unos test clínicos, aunque también existen los genéticos.